2024: Un año de lecciones profundas para la Corona española
El 2024 ha marcado un hito en la historia del reinado de Felipe VI, donde la tragedia y el deber se entrelazan en un relato de conexión con el pueblo.
Escrito por Honorio de la Rica
2024: Un año de lecciones profundas para la Corona española
El año 2024 se inscribe en la memoria colectiva de los españoles como uno de esos ejercicios cruciales, donde lo institucional y lo humano se entrelazan de forma desafiante e inesperada. Entre recuerdos imborrables, Felipe VI ha consolidado su reinado, mientras sus decisiones y la tragedia misma han puesto a prueba su conexión con el pueblo.
La consolidación de un reinado
El 19 de junio de 2024, Felipe VI celebró su décimo aniversario como jefe del Estado. Esta conmemoración no fue meramente ceremonial; fue una oportunidad para realizar un balance de un periodo marcado por la búsqueda de la coherencia y la integridad. A medida que el monarca exponía su compromiso con la ética, no podía ignorar la sombra que el escándalo de su padre, Juan Carlos I, proyectó durante sus años de reinado. En un ambiente tenso, en el que el eco de decisiones difíciles resonaba, su férrea adhesión a la Constitución fue su estandarte, reafirmando su papel como símbolo de la unidad nacional.
La publicación de fotografías de su padre que rememoraban antiguos escándalos pone de manifiesto que la sombra del pasado es imposible de evadir. De hecho, esto suscitó un torrente de críticas y exigencias políticas por parte de partidos como Podemos, que solicitaron la desclasificación de documentos históricos relevantes.
La frenética actividad institucional de la princesa Leonor
El 2024 también ha sido un año crucial para la princesa Leonor, quien al cumplir 19 años ha encontrado su voz institucional en un contexto global en transformación. Su primer viaje oficial a Lisboa simboliza no sólo su madurez, sino la necesidad de un nuevo liderazgo que una a generaciones en un país que anhela estabilidad. La transición hacia su papel como figura representativa de la Corona nos remite a la importancia de la juventud en la política, marcando el camino hacia un futuro donde los valores de integridad son esenciales.
La tragedia de la dana: un giro inesperado
Sin embargo, el panorama cambió drásticamente cuando, en octubre, España fue golpeada por la tragedia de la dana, que dejó más de 220 muertos y miles de damnificados. Las imágenes de los reyes, sumergidos en el barro, en uno de los pueblos más afectados, Paiporta, se han convertido en el símbolo de un monarquía que busca conectar con su pueblo en medio de la adversidad. En una escena de emociones viscerales, donde la población gritaba palabras de indignación, Felipe VI y Letizia Ortiz optaron por escuchar, convirtiéndose no solo en figuras institucionales, sino en seres humanos reales, enfrentando el dolor, la rabia y la desesperanza.
La capacidad del Rey para encarar esta crisis con dignidad, generando un diálogo sincero con los afectados, reafirma la esencia de una monarquía que se nutre del cariño de su pueblo. Esto nos lleva a reflexionar sobre la interconexión entre la política, la naturaleza y el deber, donde cada decisión resuena en el tejido social, tal como una piedra lanzada al agua revela sus ondas.
Un renovado liderazgo femenino
Por otro lado, el antes mencionado cambio en la percepción de la Casa Real se ve reflejado en la incorporación de un equipo más diverso. Cuatro mujeres han pasado a ocupar puestos clave, lo que representa un importante avance en la inclusión dentro de la monarquía, un paso que resuena en la sociedad. Este hecho pone de manifiesto una realineación necesaria hacia tiempos donde el género y la diversidad cuentan en la estructura de poder.
Felicitaciones y llamados a la paz
Como cierre de este año turbulento, Felipe VI ha hecho llamados a los partidos políticos para que busquen puntos en común, subrayando la necesidad de mantener un diálogo pacífico ante la agitación política, parecido en cierto modo a los desafíos sociales que la humanidad enfrenta a nivel internacional, ya sea en el conflicto de Oriente Medio o las crisis de migración.
Así, el rey ha reafirmado su compromiso de recordar que, en medio de la división, hay mucho más que une a la sociedad que lo que los separa; un mensaje que resuena con altura filosófica,, como un eco del pensamiento de Ortega y Gasset sobre la necesidad de una comunicación sincera entre las distintas facciones.
Conclusiones significativas
Finalmente, el 2024 será recordado como un tiempo de lecciones profundas que desafían las percepciones tradicionales de la monarquía. Un reinado que camina sobre lodo y sombras, pero que a su vez busca establecer raíces firmes en la conexión con su pueblo. Así, el año no solo ha dejado cicatrices, sino también oportunidades de sanar, aprender y servir, que marcan el camino hacia un futuro donde la monarquía y el pueblo pueden converger en la búsqueda del bienestar colectivo.
La historia, como la física, tiende a repetirse, pero la nobleza reside en aprender de ella para evitar sus errores.

Honorio de la Rica
Pueden encontrarme en ElArtificial escribiendo reflexiones sobre política y sucesos. Soy un hombre de placeres sencillos. Un puro, un café con hielos y una buena terraza me valen. Columnista. Padre. Hijo. Marido. En ese orden.